Esta es una historia real...digo que es real porque me sucedio a mi...
Una noche estabamos mi prima y yo en casa de la abuela, la cual queda en un pueblito del estado Guarico-Venezuela. Recuerdo que era 1 de Agosto. De vacaciones siempre vamos a visitar a la abuela y nos quedamos unos dias alli, entonces esa noche nos acostamos a dormir en la habitacion del medio (Hay 4 habitaciones), pero entonces nos quedamos despiertas hechando cuentos como hasta la 1 am, entonces alli, de repente mi prima se queda callada y me dice "Oyes?" y yo le pregunto "Que?" y me dice "Oye!...es aya afuera", entonces me pongo a oir bien y era un sonido raro, asi como de ruedas de metal que pegan contra las piedras de la calle (si la calle es de piedras) y se comenzo a oir mas duro, al principio no le hicimos caso pero ya llevaba rato que estaba sonando asi que nos comenzamos a preguntar, el sonido venia y venia, era asi como que el objeto que lo producia se iba de una esquina de la calle hasta la otra y se regresaba. Mi prima dijo que no le hicieramos caso y que ya nos acostaramos a dormir, y asi lo hicimos.
A la mañana siguiente le comentamos eso a mi abuela y ella nos conto que hace mucho tiempo cuando nuestras madres vivian aun alli, un viejito con un carreton de ruedas de metal siempre pasaba por la casa, y mi madre y mi tia siempre lo saludaban, el pobre viejito no tenia familia, estaba viudo y vivia solo en un ranchito que quedaba mas arriba de la casa. Un dia al viejito lo encontraron muerto en su casa, parece que lo habia asecinado, fue un 1 de Mayo y a mi madre y a mi tia les dio tristeza, pero normal...
Despues esa noche mientras dormia escucharon el sonido de su carretilla y se preguntaron porque?..si ya estaba muerto, al principio les extraño pero no hicieron mucho caso, a la mañana siguiente se despertaron como si nada y cuando salieron al patio vieron las huellas de las ruedas de la carretilla de metal...
A mi prima y a mi se nos puso la piel de gallina, rapidamente salimos afuera a la calle y cuando vimos alli estaban...las huellas de las ruedas, pero lo mas extraño era que mi abuela no las podia ver...solo nosotras...
Al parecer solo el que oye el carreton por la noche puede observar las huellas a la mañana siguiente. Esto no solo nos ha pasado a nosotras, en ocaciones a mi abuela, y a los vecinos.
Todos los 1 de cada mes, el carreton se oye por las calles de la casa de mi abuela, no todos los oyen...solo algunos.